Haciendo que las plantas de café sean resistentes al cambio climático para asegurar el futuro
Plantas que ayudan a los agricultores a crecer
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Al saborear una taza de NESCAFÉ® podemos imaginarnos en medio de campos frondosos donde se cultiva y recolecta el café. Aunque para nosotros disfrutar de una deliciosa taza de NESCAFÉ® puede ser una experiencia agradable, para el agricultor la situación puede ser más complicada. El cambio climático puede afectar negativamente el volumen de producción de café, disminuyendo la cantidad cultivada y reduciendo la calidad de la tierra y la disponibilidad de agua. Los árboles que producen café necesitan un largo período de tiempo para madurar y pueden ser más susceptibles a enfermedades en condiciones climáticas adversas. Desde el año 2010, NESCAFÉ® ha estado brindando apoyo a los agricultores para el cultivo de variedades más resistentes mediante la distribución de plántulas capaces de resistir los efectos del cambio climático. Es un avance que ayuda a los agricultores a cultivar café más resistente ahora y en el futuro.
Nunca temas, aquí están los plantines
Desde 1986, los científicos de NESCAFÉ® en Tours, Francia, comenzaron a investigar la ciencia de las plantas de café Arábica y Robusta. Durante varios años, los investigadores llevaron a cabo pruebas en fincas experimentales locales en diferentes partes del mundo para evaluar el rendimiento de las variedades de plantas con mejores resultados en condiciones reales. Al seleccionar ciertas variedades de café con un rendimiento un 50% mayor, es posible reducir la huella de CO2e (es decir, el equivalente de dióxido de carbono) de los granos de café verde hasta en un 30%. Esto se debe a que, al producir más café con la misma cantidad de recursos, como tierra, fertilizantes y energía, se reduce la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por unidad de producto.
Cuando la elección correcta es una buena elección
Desde 2010, los agricultores del Plan NESCAFÉ® han recibido más de 250 millones de plantas de café, y para el año 2030 NESCAFÉ® tiene como objetivo distribuir 400 millones de plantas de café. Además de ayudar a los agricultores a mejorar la productividad y renovar sus cafetos con variedades mejoradas, las plantas de café también ayudan a los agricultores a utilizar mejor su tierra. Durante el período entre 2010 y 2012 en Colombia, el cambio climático y el aumento de las temperaturas provocaron que los árboles de café fueran susceptibles a la enfermedad de la roya de las hojas. Ante decisiones difíciles y la posibilidad de tener que talar bosques nativos para plantar más café, los agricultores recibieron el apoyo de NESCAFÉ® para renovar sus fincas con plantas de café mejoradas y resistentes a enfermedades, evitando así tomar medidas drásticas.
Desde 2010, los agricultores del Plan NESCAFÉ® recibieron más de 250 millones de plántulas de café y para 2030 NESCAFÉ® habrá distribuido 400 millones de plántulas de café.
Nosotros no solo ayudamos a cultivar café, ayudamos a las familias a crecer
En México, durante la crisis de la roya del café entre 2012 y 2015, un hongo devastó los cultivos y puso en peligro los medios de subsistencia de los agricultores. Durante la crisis de la roya del café en México entre 2012 y 2015, NESCAFÉ® proporcionó más de 37 millones de plantas nuevas de café resistentes a enfermedades a más de 33,000 agricultores, y también brindó asistencia en el cuidado de las plantas. Con estas nuevas plantas, los agricultores duplicaron sus cosechas en regiones clave como Chiapas y Veracruz.
No importa el tamaño de la finca, sino cómo la uses
No todas las fincas de café son iguales. NESCAFÉ® trabaja en estrecha colaboración con los agricultores para conocer de cerca los desafíos específicos que enfrentan en su región. La altura de ciertos árboles de café, que pueden alcanzar entre dos y tres metros, representa un desafío en términos de cuidado y cosecha. En Tezonapa, Veracruz, México, los agrónomos de NESCAFÉ® ayudaron a mejorar los rendimientos suministrando árboles de café más pequeños. Donde antes podían caber entre 600 y 700 plantas por hectárea, los agricultores ahora podían acomodar entre 1.200 y 1.300, lo que prácticamente duplicó la producción en el mismo terreno. Mientras que las plantas antiguas tardaban hasta tres años en producir, las nuevas comenzaron a dar frutos después de solo un año.
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